CREAR VÍNCULOS SALUDABLES

                     Los Vínculos son lazos de Reciprocidad.

 
Los Vínculos forman parte de los distintos roles que desempeñamos (padres, hijos, amigos, pareja) y trasmiten nuestro espíritu gregario, nuestra necesidad de estar junto a otras personas. Sin embargo un VINCULO para ser tal, tiene una característica que lo define y diferencia de algunas otras formas de acercamiento, es la RECIPROCIDAD, el "ida y vuelta" que permite generar un compromiso afectivo entre las entidades que lo conforman. Un vínculo es un COMPROMISO AMOROSO, dinámico y recíproco entre seres  definidos y libres. Aquí radica su grado de "salud" porque es necesario que cada integrante del vínculo tenga ACEPTACION de quién es, sea conocedor de sus LÍMITES y busque CRECER amorosa y libremente junto a un OTRO al cual respeta. Establecer un vínculo de crecimiento implica un cierto grado de madurez de la propia personalidad capaz de verse y ver en el OTRO un igual y un diferente al cual no intentar dominar, controlar, convencer, cambiar o depender de él. El poder y el control, representan un atentado a la libertad individual porque suponen que las divergencias y aún los conflictos son formas de atentar a la duración y/o  permanencia del vínculo. Y es exactamente lo contrario, resulta muy estimulante en la dinámica vincular buscar COMPLEMENTARIDAD a través del disenso y la mirada diferente del Otro. Ese que "no soy YO", que es "el OTRO", necesita para crecer verse y nos hemos elejido mutuamente para apoyarnos a recorrer el camino de la vida.
Elegimos en libertad aún en aquellos vínculos que nos vienen dados porque existe la posibilidad de cambiar la actitud, modificar los límites, lograr mayor o mejor aceptación.
Elegimos que en los vínculos, reine la EMPATÍA esa capacidad tan necesaria que permite "ponerse en los zapatos de Otro" y experimentar una cierta proximidad hacia los sentimientos ajenos. Elegimos estar PRESENTES CON y PARA aquellos con los que nos vinculamos, atentos a sus necesidades, a sus pasiones, sus éxitos y sus fracasos; diciéndoles en cada gesto: "Quiero compartir tu vida con la mía."
Elejimos ESTAR y PERMANECER SANOS vincularmente hablando cuándo vemos en el OTRO alguien al cuál brindarle compasión, estímulo, confianza, perdón, acompañamiento, comunicación y sobre todo AMOR.
Los modelos vinculares provienen de nuestra infancia sobre todo de los primeros vínculos establecidos con los padres y muchas veces , pueden no haber sido del todo favorables. No es una condición excluyente para CREAR vínculos saludables en la vida, habrá que trabajar con ello para reconvertir esa experiencia y lograr rescatar lo aprendido de los propios padres en un sentido positivo. No CRECEMOS solos, lo hacemos junto a Otros a través de procesos de gran enriquecimiento personal como los que se dan cuando creamos VÍNCULOS, y será nuestra elección, orientarlos hacia la Salud y el bienestar.

-Master María Inés Figueroa

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