LAS VOCES DEL CUERPO

Los últimos avances biológicos y científicos sobre las relaciones entre el CUERPO, MENTE, EMOCIÓN Y SALUD indican que ya no se puede hablar de “enfermedades psico-somáticas” toda enfermedad es de ésta naturaleza. En la vanguardia de la medicina está instalado y comprobado científicamente que hay un vínculo fisiológico directo (terminaciones nerviosas) entre las EMOCIONES y el SISTEMA INMUNOLÓGICO y éste con el SISTEMA NERVIOSO Autónomo (se auto-regulan). Lo que llamamos MENTE es el resultado del funcionamiento del CEREBRO, o sea los pensamientos, las creencias o juicios subjetivos, las emociones, todo ello resulta en cargas eléctricas y químicas que tienen lugar en las NEURONAS, en ciertos puntos críticos llamados NEURO-RECEPTORES y que trasmiten la información al CUERPO a través de “mensajeros químicos” u hormonas llamados NEUROTRASMISORES.

 También estas investigaciones han determinado que el CEREBRO es un órgano ABIERTO, DINÁMICO, capaz de RECIBIR, REGISTRAR y CONSERVAR los efectos del medio ambiente. En otras palabras el entorno psicosocial puede producir modificaciones duraderas posteriores a su constitución lo que equivale a  decir que el CEREBRO es NEUROPLÁSTICO.

Pero aún más asombroso es la comprobación que la plasticidad se da también a nivel del GENOMA o sea que éste cambia por interacciones entre el medio ambiente y la MENTE. Los cambios a nivel del GENOMA involucran PROCESOS de ACTIVACIÓN y de SILENCIAMIENTO genético

EN OTRAS PALABRAS: SI CAMBIAN LOS PENSAMIENTOS Y LAS EMOCIONES, CAMBIA EL CEREBRO Y CUANDO EL CEREBRO CAMBIA, CAMBIA EL CUERPO PUDIENDO INCLUSO PRODUCIRSE MODIFICACIONES PERMANENTES A NIVEL DEL GENOMA, DE NUESTRO ADN.

La VISUALIZACIÓN TERAPÉUTICA opera dentro de este campo multidisciplinario que configura la vanguardia médica, y sus resultados han podido ser evaluados por mí y otros como reveladores de cambios significativos en todas las dimensiones del SER. El principio científico ya lo he esbozado pero hay un principio filosófico que consiste en la INTEGRACIÓN en no escindir CUERPO de PERSONA, cuando se dialoga con un órgano parece que escindimos “ese que duele” del resto del cuerpo, pero en verdad la persona ya está escindida y el diálogo es una forma de recuperar la totalidad. Más aún la persona en consulta llega a “denunciar al agresor (el órgano dolorido o difuncional) y el síntoma o la enfermedad es algo no reconocido como propio, le pasa al Cuerpo.

Tener una adecuada información de cómo es ese órgano, que funciones cumple para qué fue diseñado es más que una información, ya que permite corregir errores de información que la propia persona nos ha dado. Será importante con una escucha adecuada darnos cuenta de los aspectos que rechazamos o aceptamos de ese órgano. Afortunadamente los órganos de los seres humanos son muy similares en su constitución y funcionalidad y no da lugar a subjetividades ni interpretaciones. Pero en los diálogos se aprecia que “el órgano se queja” porque está siendo obligado a hacer aquello para lo cual no está diseñado, el carácter o la personalidad del paciente “desnaturaliza” a ese órgano no permitiéndole cumplir eficazmente con su tarea.

Es importante escuchar a un corazón diciendo: “Yo conduzco la sangre soy un buen transportador lo que recibo, lo doy y se cuándo contraerme y cuándo relajarme ¿en qué te pareces a mí ?.

Además de los diálogos con los órganos existe el trabajo sobre las emociones depositadas sobre los órganos y que pueden expresarse como imágenes, sensaciones, y percepciones de todo tipo. Aquí se recurre a la liberación de ellas a través de la guía del terapeuta y se ayuda para que sea el propio paciente quien proponga la correspondiente imagen correctiva o sustitutiva para ir modificando la apariencia y/o funcionalidad del órgano enfermo y/o dolorido.

Todos estos trabajos terapéuticos tienen una modalidad personal y no se requiere conocimiento previo o práctica como visualizador, aunque sin duda el tener práctica facilita.

-Master María Inés Figueroa .