LIMITES- EL CUIDADO DEL YO



Un Límite busca preservar el YO, en busca de su manifestación plena y saludable.


Muchas veces, antes de abocarnos al trabajo con los LIMITES, es necesario RE-DEFINIR o RE-ELABORAR el espacio de interioridad, el propio yo, y quizás pueda darme cuenta que desvalorizo mi tiempo, mis propias necesidades, la importancia que le doy a mi energía. Si no re-defino esto, será muy difícil ir hacia Otro/s y establecer y mantener un vínculo sano en el tiempo. El tema del LIMITE no pasa exclusivamente por a QUIEN ACOTO, a QUIEN le PONGO un límite, sino a darme cuenta que YO establezco el límite, hay un actor definido, no difuso, que SABE lo que quiere y no quiere para sí. No se trata tampoco de poner un límite y de allí abandonar la capacidad de preguntarnos cotidianamente “QUE QUIERO, QUE NECESITO”, y distinguir que esto que pasa es lo que quiere OTRO, que puede diferir de QUÉ QUIERO YO y  saber cuál es la energía que dispongo para obtener eso que quiero y necesito. Esto representa un gran desafío, los "insight" no son suficientes para fijar y sostener los límites si no estoy revisando en mi vida cotidiana qué quiero y qué necesito.
Uno de los objetivos terapéuticos de la Visualización Terapéutica es el APRENDIZAJE de los LIMITES, el RE-DEFINIR el yo trabajando sobre los miedos a poner los límites y las posibles consecuencias del accionar, habituándonos a que los NO son ACEPTADOS en primer lugar y luego se pueden modificar, negociar, complementar, pero partimos de la base que EXISTEN FRONTERAS, tengo LIMITES y esos "NO/BASTA" que me digo o digo a Otros, son aceptados como una forma de preservación e incluso de manifestación de lo que cada uno de nosotros ha venido a expresar en este plano, que es ni más ni menos que la propia INDIVIDUALIDAD.

 La primera FRONTERA en la evolución del Ego es el propio CUERPO, esto significa que permanentemente es el cuerpo quien me está fijando los límites, me está dando “señales” para indicarme un “NO o un BASTA”, lo que ocurre es que muchas veces no lo advertimos porque estamos desconectados de ese registro corporal. 
Cuando empiezo a ampliar las fronteras, los límites psicológicos y espirituales, lo hago desde las sensaciones corporales siento ese límite que no advertí y en la medida que tengo una observación sin juicio y sin crítica (neutral) de lo que ocurre en esa primera frontera, desarrollo un Testigo  u OBSERVADOR Interno que será el encargado de darme las “señales” de cuando fijar un límite. La idea es que si externamente tengo una situación dudosa, cultivando esta interioridad puedo darme cuenta desde un lugar no intelectual que NECESITO PONER UN LIMITE. 

Para poder AMPLIAR las fronteras y evolucionar integrándonos cada vez más, es necesario tener un Ego definido, conocedor de sus propios límites, que no acepta situaciones de avasallamiento, ni manipulación y que es compasivo y no cruel consigo mismo. 
La AMPLIACIÓN de la CONCIENCIA también ayudará a conseguir ese Ego más saludable, menos carencial, más conectado con lo auténtico de sí que es su Esencia, su individualidad y que irá transitando estados más luminosos de la Conciencia no desde la carencia y la no fijación de límites. Este Ego saludablemente "altruista” va hacia un Otro desde la compasión, la caridad o cualquier otro meta-valor, no por su propia carencia, no por complacer, juzgar e imponerse, manipular el afecto del Otro y/o seducirlo, violentar o abusar, sino como evolución de su propia Conciencia individual que implica  una mejor manifestación del AMOR.



-Master María Inés Figueroa

Comentarios